Sol de Castilla es la marca con la que se comercializan los productos (patatas fritas, frutos secos, aperitivos y caramelos) de la empresa Fritos Castilla de Julián Garrido Morales. Nacido en Fuente de Pedro Naharro (Cuenca), trabajó de labrador en su pueblo hasta los 17 años cuando se fue a Madrid “el 22 de febrero de 1962”, recuerda, “a casa de Crisanto Cuenca Belinchón, un amigo del pueblo que vivía en el barrio de Cascorro, para trabajar friendo patatas”. Así empezó la aventura empresarial de este conquense con quien hemos conversado en Hoy por Hoy Cuenca.

Tras aprender el oficio, Julián Garrido volvió de la mili con 25 años y decidió emprender junto a su mujer, Leonor Martínez Cantarero. Juntos pusieron en marcha su empresa en Getafe y comenzaron a freír patatas y a tostar pipas y otros frutos secos. Años después ampliaron a las actuales instalaciones en el polígono San Marcos de la misma localidad del sur de Madrid desde donde distribuyen a una veintena de tiendas, algunas propias, repartidas por la capital de España y por otras localidades de la Comunidad de Madrid que podemos localizar con el nombre de Sol de Castilla.

En el catálogo encontramos patatas fritas, almendras, anacardos, avellanas, cacahuetes, nueces, pipas, pistachos, habas, piñones, maíz, palomitas, cortezas, kikos, galletas saladas, pasas, arándanos, dátiles, ciruelas, otras frutas deshidratadas, caramelos y gominolas, todo en distintas variedades y procesos de tostado o fritura.

Julián Garrido presume de conquense y apuesta por los productos de su provincia para su fábrica como las pipas “que las de Cuenca son las mejores”, dice, y confiesa que en los últimos años le cuesta encontrar agricultores que cultiven las variedades de calidad que él viene comercializando. “Ahora voy a hablar con un agricultor de Cardenete para que me siembre lo que pueda”, dice. También ha introducido en los últimos años el pistacho que se cultiva en localidades conquenses como Motilla del Palancar.